El Almacén La Flor de Chile fue fundado en 1930 por don Víctor Vera Valencia. En esos años, Viña del Mar era una ciudad industrial y las chimeneas eran parte del paisaje cotidiano de la ciudad. El abastecimiento de abarrotes para las casas estaba a cargo de los almacenes de barrio, y era habitual reconocer al repartidor de leche, al matador de gallinas, el afilador de cuchillos, y al repartidor de leña para las chimeneas de los chalets.


Los clientes llegaban a comprar "al lápiz" con libretas que se pagaban a fin de mes por el jefe de familia, el que seguro aprovechaba la ocasión para comentar con don Víctor de la actualidad de la ciudad, acompañados de una malta con huevo en el mismo mesón del negocio.